En consulta nos encontramos cada vez más casos que acuden a nosotras con un diagnóstico de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, lo que comúnmente se conoce como SIBO.
Pero ¿qué es realmente el SIBO? Veremos que es un término que tiene muchos matices. El SIBO se define como un aumento en el número de bacterias en el intestino delgado. Lo normal es que esta presencia de bacterias se encuentre en el intestino grueso, cuando aparece este crecimiento de bacterias en el intestino delgado, la comida tiene un mayor contacto con esas bacterias y hay una hiperfermentación.
¿Qué sintomatología nos podemos encontrar en un SIBO?
- Distensión o hinchazón abdominal
- Gases
- Si hay un exceso de metano: estreñimiento y tendencia a subir peso
- Sí hay un exceso de hidrógeno: diarrea y tendencia a bajar peso
- Esteatorrea (presencia de grasa en heces)
- Dolor
- Cansancio y debilidad
- Baja concentración
Tenemos que saber que cuando nos dan un diagnóstico de SIBO no tenemos que quedarnos solo ahí. Esta es una manifestación de algo, tenemos que encontrar la causa que lo provoca para poder abordarlo de manera definitiva. Si no nos planteamos tratamientos que atiendan a las causas es cuando aparecen las recidivas.
¿Y cuáles suelen ser esas causas? Las más comunes son:
- Alteración del complejo migratorio motor (la más importante)
- Hipoclorhidria
- Consumo excesivo de antibióticos
- Distintas patologías como: SII, enfermedad de Crohn, celiaquía…
El complejo migratorio motor se encarga de “limpiar” los residuos que quedan en el intestino tras cada comida. Cuando comemos se frena está función de limpieza, y es cuando llevamos horas sin comer cuando se activa.
Por lo tanto, si estamos haciendo 4, 5, 6 comidas diarias, no estamos dejando trabajar bien al cuerpo y frenamos los sistemas de limpieza y regeneración. Impedimos la función del complejo migratorio motor y aumenta el riesgo de SIBO.
Entonces, respondiendo a la pregunta inicial, ¿por qué cada vez hay más diagnóstico de SIBO? Porque con el estilo de vida tenemos hoy en día, de ingestas constantes, nada de ayuno, acceso directo a comida nada más levantarnos, ingestas nocturnas, sedentarismo… estamos continuamente frenando los mecanismos que tiene el organismo para protegernos.
Poco a poco van apareciendo más patologías y sintomatología digestiva, y es que el SIBO es una manifestación de que algo no está bien en el organismo y tenemos que empezar a abordar las causas y educar en la prevención con hábitos y estilo de vida.
Izaskun Irigoyen Torrecilla es nutricionista y especialista en conducta alimentaria y obesidad en el centro By Naturalium Nutrición y Salud.
