A menudo nos encontramos personas que tienen una gran resistencia a bajar de peso, todos hemos escuchado a alguien decir, “antes bajaba muy fácil y ahora parece imposible bajar peso”.
Lo primero que tenemos que entender es que no somos una máquina calorífica, en la que únicamente influyen las calorías que cómo contra las que gasto. Cuando realmente nos encontramos ante un perfil que ha cambiado hábitos y estilo de vida, y aun así mantiene un estancamiento en la bajada de grasa, hay que valorar si hay una resistencia a insulina y/o leptina.
La insulina y la leptina son dos hormonas con funciones vitales para el organismo.
- Insulina: hormona secretada por el páncreas. Se encarga de coger la glucosa en sangre y transportarla a los tejidos. Una vez allí, la glucosa se acumulará en forma de glucógeno o en forme de grasa en el tejido adiposo.
- Leptina: hormona secretada por el tejido graso. Se encarga de mandar la señal de saciedad al cerebro, entre otras cosas.
Sabiendo cuál es la función de estas dos hormonas tiene sentido pensar que su desregulación puede provocar dificultades a la hora de bajar peso. Esta alteración hormonal hace que el organismo sea incapaz de utilizar la grasa como sustrato, es decir, nos volvemos glucodependientes.
Las causas que están detrás de está desregulación pueden ser:
- Inactividad física (sedentarismo)
- Ingesta excesiva de carbohidratos
- Exceso de procesados
- Estrés continuado
- Mala higiene del sueño.
- Obesidad.
- Exceso de alcohol.
- Ingestas frecuentes.
La resistencia a insulina y leptina puede cursar juntas o separadas. Primero tiende a aparecer la RI, que si no le revertimos a tiempo terminará en una RL siendo más difícil el manejo del problema.
Sin embargo, tanto la RI como la RL son reversibles, pero hay que poner en marcha estrategias y abordajes específicos para cada situación. Además, es vital hacer partícipe a la persona de su tratamiento, que entienda qué es lo que le ha llevado a estar en esa situación para poder ser consciente e involucrarse totalmente durante el proceso.
Más adelante explicaremos por separado qué características tiene cada una de estas dos alteraciones.
Autora: Izaskun Irigoyen Torrecilla
