En el artículo de María Corisco, se destaca el papel de las exorfinas, sustancias que se derivan de la digestión de alimentos como el gluten y la caseína.
Estas exorfinas, semejantes a las endorfinas que produce nuestro cuerpo, pueden inducir sensaciones de bienestar, pero su consumo excesivo puede conducir a una adicción alimentaria.
Lorena Cervantes, experta citada en el artículo, señala la influencia de la microbiota intestinal y la enzima dipeptidil peptidasa (DPP-4) en cómo reaccionamos a estas sustancias, subrayando su impacto en la respuesta inmune y endocrina del cuerpo.
Leer el artículo aquí.
Fuente: Alimente + Salud, El Confidencial.